Proyecto de diseño de interiores a distancia

Cuando el proyecto se ha realizado desde la distancia, después del arduo trabajo, de múltiples correcciones, de la supervisión del diseño y la manufactura de cada pieza, y de una cuidadosa selección de accesorios, llega el día de conocer el espacio concluido, entonces me aproximo con gran emoción y algo de nervios; y como encontrándome con una antigua amistad forjada desde la infancia, pero no visitada desde la juventud, siento el ímpetu de hablarle al espacio diseñado y decirle algo como: “hola, soy Mariangel, ¿me recuerdas? ¡Qué gusto verte bien terminado, placentero y, sobre todo, bello!”

Hace tiempo fui a Campeche, ciudad que me fascina, para reunirme con unos clientes a quienes les estamos desarrollando un proyecto y tuve la oportunidad de ver terminado un departamento muestra que hicimos en el Country Club.

Cuando se realizó esta entrega, yo no asistí personalmente pues me encontraba fuera de México. Vi el resultado en imágenes; me sentí muy orgullosa y agradecida con el equipo, especialmente con Dani, Brenda y Juanito, me emocioné aún más cuando supe que los clientes quedaron muy satisfechos con el resultado.

Sin embargo, a pesar de ver las fotos, de conocer el antes y el después, de haber visto el modelo en 3D, y haber visualizado en mi mente cada rincón de cómo quedaría el departamento, nada es igual a la experiencia de recorrerlo en persona.

Disfrutar de la sensación lograda, gozar de las vistas y del ambiente que se percibe en cada área del proyecto es una de mis experiencias favoritas; nos da la oportunidad de afinar y pulir nuestra capacidad de reinventar espacios. Me gusta analizar el resultado final, y apreciar la distribución, la gama cromática, las texturas la ubicación, me gusta sentir el diseño.

Considero que la mejor forma para analizar un espacio es hacerlo en vivo; es decir, estando físicamente ahí. Sin embargo, es posible realizar un proyecto a partir de analizar los planos, las orientaciones, ver imágenes y videos del sitio, he tenido la posibilidad de trabajar de esta manera en varias ocasiones, teniendo resultados exitosos; aún así, prefiero diseñar a partir de conocer el lugar en persona para experimentar todas las sensaciones y visualizar la mejor solución.

Una de mis partes favoritas del trabajo es cuando podemos apreciar que nuestras ideas se vuelven realidad. Es una experiencia muy enriquecedora en varios sentidos, por un lado, adquirimos mayor conocimiento y, por otro, comprobamos que somos capaces de contribuir a que las personas vivan mejor.

Me entusiasma comprobar que en la firma contamos con creativos talentosos, comprometidos a lograr la excelencia y decididos a dar un servicio excepcional. Para mí es muy enriquecedor convivir cada día con jóvenes apasionados del diseño,  dedicados en cuerpo y alma a la transformación de espacios, tener la oportunidad de aprender de sus puntos de vista, conocer y comprender su perspectiva y hacer equipo.